A veces siento que estoy en frente de un semáforo descompuesto.
De esos que titilan y en momentos se apagan por completo.
De esos que te confunden por estar confundidos.
De esos que no saben si verde, rojo o amarillo.
De esos que no te dejan pasar,
pero te hacen dudar de quedarte quieto.
De esos que te hacen creer que en un ratito capaz
dejan de estar descompuestos y entonces esperas el momento.
De esos que no saben despejar el camino para que pase el correcto.
De esos que si sos precavido hacen que te quedes quieto
y veas como el resto pasa sin miedo.
Odio ver como el resto pasa por vos.
Odio que me de miedo.
¿No podes dar luz verde?
Ya no quiero esperar(te) más tiempo.
Quizá mañana me convenga ir por otro lado,
pero todavía no me convenzo de que no sos el camino indicado.